La empresa actual y el desafío de la digitalización

La empresa actual y el desafío de la digitalización

Es innegable que cada día un mayor número de personas realizan actividades cotidianas a través de la conexión a Internet y la descarga de aplicaciones en el móvil: hacer una transferencia bancaria, comprar, contratar servicios, consultar el horario del transporte público, vender objetos que ya no usan y conocer gente nueva son tan solo algunos ejemplos. Se trata de una transformación de nuestro estilo de vida en el que un alto porcentaje de tiempo del día transcurre en el medio digital.

A esto se añade la ventaja del carácter globalizador de Internet, que multiplica las posibilidades de que encontremos lo que queremos comprar en cualquier lugar del mundo, de que nuestro dinero se transfiera a un banco de otro país más rápido que nunca o de que podamos localizar personas afines a nosotros en China o en Brasil sin movernos de casa. Ante tal panorama, parece que la única opción que tienen las empresas de poder competir en un mundo que ofrece una oferta tan increíblemente variada e inmediata es la de reconvertirse en plataformas digitales, con todas las facilidades para el usuario que ello conlleva.

Las compañías más modestas consideran un gran paso el abrir cuentas en las distintas plataformas sociales, pues el hecho de que sus clientes entren en contacto con ellos por la red al tiempo que ganan una cantidad nada despreciable de nuevos seguidores les proporciona una buena dosis de autoestima. No obstante, ni uno ni varios perfiles en redes sociales bastan para la digitalización.

Es cierto que no se puede generalizar, puesto que cada empresa debe analizar al detalle su producto, a sus clientes y la forma en la que puede usar la presencia online para satisfacer su demanda. En los inicios, observar el comportamiento en línea del público objetivo y también establecer un diálogo efectivo con ellos en sitios como Facebook y Twitter resultará esencial en la elaboración de una estrategia digital personalizada.

Para que el feedback recogido tenga éxito, todos los departamentos de la compañía deben implicarse en el paso de lo físico a lo digital, de manera que el cliente no eche en falta ningún aspecto de lo que era su experiencia anterior con la marca. Atender a la información y necesidades de los usuarios, así como a los factores SEO que pueden implementarse en función de las mismas será la clave para la innovación imprescindible en el proceso de digitalizarse. 

No podemos afirmar que las redes sociales no sean cruciales para la comunicación con nuestro público objetivo, pero lo cierto es que no debemos centrarnos exclusivamente en ellas si queremos dotar a nuestro proyecto de la adaptabilidad y el dinamismo requeridos para que la conversión digital sea completamente efectiva.