9 Consejos para improvisar oficinas para trabajar desde casa
A poco mas de 36 horas del trágico sismo que paralizo las actividades de los distintos estados del centro del país de México, aun existe un caos que poco a poco será controlado, por la fuerza humana y trabajo en equipo de quienes habitamos este bello país, así como por el apoyo de algunos países que han optado por hacerlo de forma voluntaria, aportando ese apoyo moral y físico que tanta falta hace para salir adelante ante esta terrible situación.
Existe un sin numero de actividades que poco a poco deben irse restructurando, pero que sin duda esta afectando a todo el país, directa o indirectamente, tal como lo es el empleo, trabajo o actividades laborales.
Por esta razón a continuacion, te damos 9 consejos que te ayudaran a improvisar un lugar de trabajo, en caso que el sismo haya destruido su espacio laboral o se haya visto afectado directamente su fuente de ingresos.
Prepara tu lugar de trabajo:
El lugar de tu casa en el que trabajas debe ser solo para trabajar, y no debes utilizar el resto, como la cama o el sofá delante de la televisión, para trabajar. Mantén los espacios separados para que los límites entre el trabajo y la vida en casa estén claramente definidos.
Utiliza una mesa de trabajo limpia y ordenada, donde dé gusto trabajar. No escatimes recursos en tu comodidad. Vas a pasar muchas horas ahí, de modo que compra un sillón cómodo, con el que puedas adoptar y mantener una buena postura durante mucho tiempo.
Mantén la estancia bien aclimatada. No lo dudes, un calor o frío excesivo arruinarán tu jornada de trabajo. La iluminación también es importante. Busca una zona con buena iluminación natural, evita los reflejos en la pantalla del ordenador y utiliza un buena lámpara de luz blanca y fría (no genera calor) si trabajas por la noche.
Prepara una rutina:
Necesitas mantener una cierta regularidad en tu día a día, de modo que tu cuerpo y tu cerebro sepan cuando toca trabajar y cuando descansar. Establece un horario que se adapte bien a tus características e incluye en él tiempo de trabajo, tiempo de descanso, tiempo de ocio y tiempo para hacer ejercicio.
Experimenta con diferentes opciones hasta que dés con una rutina que te motive y un horario que te funcione. Yo tengo dos rutinas con un horario muy parecido, una para los días que voy al gimnasio (4 días a la semana) y otra para el resto, con más tiempo para ocio y cosas de casa.
Planea tu día:
La parte más difícil es decidir qué hacer. No puedes ir a ciegas, tienes que saber qué vas a hacer cada día. Lo ideal es que la noche anterior dediques 5 minutos a escribir de forma muy específica las acciones qué vas a realizar al día siguiente. Si te acuestas ya sabiendo qué harás al día siguiente dormirás mejor y saltarás de la cama por la mañana con las ideas claras.
Claro que para poder planificar cada día, previamente has debido hacer una revisión semanal de tus proyectos y tareas en curso. Y para que esta revisión semanal tenga sentido, cada varios meses habrás debido hacer una planificación panorámica, a mayor altura, de tus objetivos y responsabilidades.
Primero lo mas importante:
Cuando estés definiendo tu plan diario de acción, destaca cuáles son las Tareas Más Importantes, es decir, las que debes hacer cuanto antes porque te acercan a completar proyectos y alcanzar objetivos.
Marca una, dos o, como máximo, tres tareas mas importantes y hazlas al principio del día. Si haces primero las tareas más importantes, alcanzarás muy pronto un sentimiento de realización y satisfacción, y el resto del día vendrá rodado.
Toma descansos periódicos:
Hay varias técnicas para trabajar en bloques de tiempo (alternado trabajo con pequeños descansos), pero la más conocida y la que yo utilizo el la Técnica Pomodoro.
Trabajando de esta manera mantienes mejor la concentración, eliminas las interrupciones, evitas el agotamiento y, como consecuencia, aumentas tu productividad y creatividad. No es para todo el mundo, pero te aconsejo que lo pruebes durante unos días y hagas el esfuerzo de habituarte. Valdrá la pena.
Evita las distracciones:
La Técnica Pomodoro te puede ayudar a gestionar las interrupciones pero, además, tu estrategia para evitar las distracciones debe contemplar otros riesgos.
En tu rutina diaria debes definir un par de momentos al día para tratar con el correo electrónico, las llamadas telefónicas, el acceso a las redes sociales, la lectura de blogs, el envío de whatapps, etc. Si mantienes todos estos frentes abiertos todo el día, es decir, todos los programas abiertos y las notificaciones activadas, estás muerto. Tu productividad tenderá a cero y tu ansiado estilo de vida no se podrá sostener de ninguna manera.
Mantén vivas tus metas:
Con el tiempo, es probable que pierdas un poco de perspectiva y, con ella, la motivación para continuar trabajando duro. Necesitas un sistema que te ayude a mantener tu motivación.
Introduce en tu lugar de trabajo posters, rótulos y recordatorios que te ayuden a recordar tus valores y objetivos. Utiliza un sistema visual que te recuerde cada día por qué haces lo que haces, dónde estás y dónde quieres llegar. Yo utilizo una parte de mi pizarra blanca para esto.
Mantente organizado:
Organizarse no es tan trivial como parece. No se trata solo de redactar una lista priorizada de tareas e ir tachando cada cosa que haces.
Utilizar una metodología de organización personal que te permita mantener el flujo de trabajo necesario para avanzar tus proyectos y objetivos actuales, a la vez que mantienes clara una perspectiva que, en última instancia, tiene que ver con tu propósito de vida.
Disfruta tu día:
Todo esto no tendría ninguna gracia si de vez en cuando y sin venir a cuento no puedes romper todas las reglas, horarios y planificaciones, e irte a tomar un café con tu amiga, a ver el mundial de fútbol con unos amigos, a hacer cualquier cosa que te apetezca con tu familia, o simplemente a relajarte un rato en la playa.
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